Empecé en esto por pura casualidad, por elegir una asignatura cualquiera de las optativas (que eran obligatorias). La ofrecía el instituto, como un programa piloto innovador o algo parecido.
Durante ese tiempo, alquilábamos los cuartos oscuros del instituto, había cuatro, te pasabas la tarde entera positivando y salías con los ojos rojos de tanto forzarlos a la luz roja.
Ha pasado mucho tiempo, habrá alguien que diga que no tanto, pero sí que han cambiado muchas cosas.
Estudié esta asignatura durante dos años y me atrapó. Continué yo sola y me monté un laboratorio en casa, en una cocina vieja, un lugar perfecto.
Esta fotografía ganó un accésit, un premio muy pequeño, pero muy grande para quien empieza, para quien considera que es algo demasiado bueno que le reconozcan su trabajo, recuerdo que la fotografía que recibió el primer premio en ese certamen no me gustó nada.
Fué en el 97. La fotografía fue expuesta en los pasillos del instituto, se produjo algo así como una metaimágen.
Creo que no diré nada más, no explicaré la fotografía porque "esas cosas no se explican", como dicen los poetas, simplemente, dejad que vuestro cerebro se ponga en situación.
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